
En otros tiempos, cuando una nación ultrajaba la bandera de otra era un motivo suficiente para ser considerado un
casus belli (causa de guerra).
En otros tiempos.
O en otros países.
Hace unos días,
los chuloputas ingleses se han dedicado a ametrallar una bandera española. Luego han pedido disculpitas por lo bajini y, aquí paz y después gloria.
Ahora, estos borrachuzos amargados del Norte (
como toda la gente de esa procedencia), en un nuevo acto de chulería perdonavidas sin par
nos acusan de violar "sus" aguas jurisdiccionales. Unas aguas y un territorio robado a España gracias a la inutilidad del
primer Borbón (igual que fue robado el Sáhara español gracias al
último Borbón, de momento).
Humillación tras humillación que tenemos que padecer por obra y gracia del Gobierno más ridículo que jamás haya existido en nuestro país y de la población más sumisa y cobarde que hayan visto los siglos.
Es que los ingleses nos pueden hacer mucha pupa... Es que tienen armas atómicas -dirán.
España, sumisa y desmantelada hace muchos años, ya "renunció" a tener armamento atómico por decisión de ese otro nefastísimo Presidente que tuvimos, llamado Felipe González, y que más daño hizo a nuestro país que el actual zote, aunque casi nadie esté de acuerdo con esto que digo. El tiempo y la Historia lo aclarará a las obnubiladas mentes actuales.
Piensen simplemente cómo los hijos de la gran bretaña hace pocos años terminaron por devolver Hong Kong a China: un país dotado, como ellos de poderío nuclear: no valía la pena generar un futuro conflicto atómico por un territorio robado.
Gibraltar es lo mismo que Hong Kong: pero Gibraltar nunca nos lo devolverán, porque España, este vergonzoso país, ha renunciado formalmente a cualquier tipo de armamento atómico para que así, una y otra vez, los chuloputas anglosajones nos sigan sodomizando para escarnio universal.
