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jueves, 6 de octubre de 2011

El "coñazo" del desfile del 12 de Octubre


Ya hace tres años, esta especie de ridículo "Mesías" de la Derecha, que es el señor Rajoy, este soso profeta al que los pijoides de todo ramo alaban como "la última esperanza blanca" frente a la caótica y abisal gestión socialista de nuestro deslavazado país, calificó de "coñazo" el próximo desfile que se celebrará en nuestra capital el próximo 12 de Octubre, día de nuestro Fiesta Nacional, día del Pilar, día del Descubrimiento o "Fiesta de la Raza", tal y como la denominaban los acomplejadillos y embigotados franquistas que veían en ella algo así como el asomo de una especie de "raza superior"...

Hoy tengo que dar la razón a este barboso inútil (que por dos veces perdió ante Zapatero) respecto a la calificación de inmenso de "coñazo" de tamaña impostura, que es el susodicho desfile...

Tengo la desgracia -para algunos, suerte- de vivir bajo lo que será el recorrido de los carísimos avioncitos empleados por nuestro ejército exclusivamente para gastar combustible en tan "magnos" acontecimientos, como el que aquí nos trae como tema central de nuestras disquisiciones...

Quiero decir con ello que, durante el mes previo a la susodicha parade hispánica, las infernales maquinarias de destrucción masiva de tímpanos se pasean una y otra vez sobre mi casa, haciendo alarde de un pavoneante y falso patriotismo...

Mucho ruido y pocas nueces, señores...

Realmente me resulta cargante -y hasta repulsivo- este hipócrita patriotismo de fecha fija...

Todos los doce de octubre, nuestro ejército asoma su oenegísta cabecita para desfilar como tiernas majorettes por el paseo de la Castellana (antaño del Generálisimo), para sacar pechito y simular que aquí están ellos para defendernos...

Mientras, un Jefe de Estado autoimpuesto (o impuesto por un dictador) -al que nadie ha elegido ni directa ni periódicamente- se pone en posición de firme y hace que "lo controla todo"...

En el ínterin, llevamos 33 años padeciendo un constante insulto hacia nuestra bandera -con aquelarres de quemas de la misma- por un grupo de acomplejados norteños (que se creen los más guapos de este corral de gallinas de pata negra), apechugando con una vergonzosa desaparición de nuestra histórica enseña en múltiples consistorios sin que nadie diga nada dando la cara, sufriendo una prohibición de facto de los términos "español" y "España", sustituidos por los melifluos vocablos "castellano y "Estado", y asistiendo pacientemente a un repetido conchabeo con los terroristas por parte de los partidos nacionalistas de todo ramo, sin que estos patrioteros de opereta cumplan sus auténticas obligaciones...

En fin, al final, todos quedaremos muy contentitos viendo cómo los actores de esta insultante farsa nos asombran con una coordinada y perfecta formación, con un impoluto desfile hacia el precipicio en el que acabará cayendo España...

Con vuestro pan os lo comáis, majetes, pero a mí no me engañáis con vuestras cobardes poses...



martes, 23 de noviembre de 2010

¿Sería posible una denuncia al Rey de España por el abandono del Sáhara?

Estos días, navegando por los diversos foros de Internet que mencionan el vergonzoso abandono español de nuestra antigua provincia del Sáhara, me ha sorprendido la propuesta de algunas personas que hablan sobre la posibilidad de interponer una denuncia contra el actual Rey de España y, a la sazón, Príncipe, por haber dado en su momento la orden de abandonar a miles de españoles saharauis ante la bota opresora y torturante de Marruecos, cuando, en aquel vergonzoso año de 1975 dio la orden de que el ejército español cediera sonrojantemente aquellas tierras, ante la presión de un grupo de marroquíes que, desarmados, conformaban la denominada Marcha Verde.

La ingenuidad de esta propuesta, ciertamente, me hace sonreír.

Parece ser que estas personas desconocen por completo el artículo 56.3 del título II de nuestra Constitución, que reza lo siguiente:
"La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad".
Al margen de la forma de haber sido redactada la primera parte de este artículo -que conduce a una irremediable hilaridad-, la cosa está bien clara: en España, al Rey no se le puede imputar responsabilidad alguna en nada. Haga lo que haga. Lo que nos convierte a los españoles en auténticos "súbditos", humillados, sumisos y obedientes ante cualquier acción o capricho monárquico. Al mismo nivel que en Marruecos.

Ésta es la verdadera faz de nuestra Constitución: redactada para envolver, en un boceto de democracia, la permanencia perpetua de una Monarquía que, por dos veces, los españoles habíamos expulsado de España: con Isabel II y Alfonso XIII, la tatarabuela y el abuelo del actual Rey.

Ésa es una de las razones por las que en España, la Izquierda se lleva mejor con la Monarquía que la Derecha: es proverbial el afecto que nuestro Rey sentía por el anterior Presidente socialista, Felipe González; han sido sorprendentes las palabras de halago del monarca a nuestro actual Presidente -también socialista-, Zapatero: los únicos halagos de nuestro soberano dirigidos jamás a un presidente de Gobierno. Por contraste, proverbial fue también la poca simpatía que el Rey manifestaba por el único Presidente de Derechas que hemos tenido: José María Aznar. Y si quieren meter en el mismo saco de las derechas a Adolfo Suárez, al final del mandato de éste, tampoco se llevaban bien.

El Rey es imprescindible para que se mantenga esta Constitución. Y viceversa: en el momento en que se plantease sustituir la Monarquía, se plantearía también cambiar más capítulos de la Constitución, como el de las desintegradoras autonomías. Y si se comenzase queriendo cambiar algunos puntos de la Constitución, en seguida se plantearía la cuestión: ¿por qué no se vota acerca de la necesidad de la fugura de un Rey, que es una figura de adorno, totalmente inoperante y completamente dispendiosa?

Rey y Constitución, o mejor dicho, Rey y autonomías van indisolublemente unidas. Y el gran chollo de esta casta parasitaria que nos lleva vampirizando y empobreciendo desde hace 35 años es precisamente eso: la existencia de unas "comunidades" autónomas, donde colocar a cientos de miles de familiares y compañeros de partido para seguir chupando del bote del dinero ganado por los demás.

Por eso, a todos aquellos que mencionan semejante propuesta les aseguro que en España nada tienen que hacer. Ni siquiera les auguro esperanza alguna a aquellos que argumentan que ese artículo es efectivo en lo relativo a todas las acciones ejecutadas a partir de 1978, mientras que la huida y abandono de españoles del Sáhara aconteció en 1975.

Otra cosa sería si se efectuase ante algún tribunal internacional, pero pocas esperanzas les daría, pues -que yo sepa- los únicos juicios internacionales que ha habido han sido los de Nuremberg, contra los antiguos jerarcas de nazis, y el ejercido contra los militares bosnios en la más reciente guerra de Yugoslavia.  Salvo estas dos excepciones, y a pesar de la inconmensurable lista de gobernantes en el mundo que han cometido auténticas tropelías sobre sus subordinados, nunca se ha juzgado a nadie más.

En cualquier caso, les diré que el actual Jefe de Estado español, de ser responsable de algo, no lo sería en solitario, pues las entonces Cortes franquistas avalaron sumisamente su sorprendente decisión y, posteriormente, los distintos de Gobiernos de Adolfo Suárez, Calvo Sotelo, Felipe González, Aznar y este amago de Presidente actual que se llama Zapatero, no han hecho absolutamente nada y son, por lo tanto, corresponsables de la vergonzosa situación de cobarde abandono de españoles.

La más negra mancha del honor de España no tiene un único responsable.




domingo, 21 de noviembre de 2010

¿En qué se parece el Rey de España a Rodríguez Zapatero?


Año 1975:

El entonces Príncipe don Juan Carlos, en funciones de Jefe de estado, sorpresivamente, ordena la salida inmediata de todas las tropas de la provincia española del Sáhara ante un grupo de marroquíes desarmados que, a las órdenes de su monarca, Hassan II, deseaban apoderarse de un territorio que jamás fue suyo.

Cede, así, más de la tercera parte del territorio español a potencias enemigas sin que éstas tengan que pegar un tiro.

Las cortes franquistas de la época, obedientes a los deseos del actual monarca, aprobaron por casi unanimidad la cesión de la administración de esas tierras españolas a Marruecos y Mauritania. Los "machotes", "aguerridos" y "patriotas" franquistas no pusieron obstáculo alguno en dejar abandonados a todos los españoles saharauis.

Atrás quedaron, desamparados, miles y miles de saharauis que tenían -y mantienen- nacionalidad española. Incluso hoy en día, conservan el idioma español y acuñan como moneda la peseta -la peseta saharaui.

El Rey de España jamás ha dado explicación alguna de su acción.

Empieza así, un período en el que, a cambio de un simulacro democrático que se reduce a un voto cada cuatro años, sin referendos vinculantes, proporcionalidad de voto ni votación directa sobre la forma de Estado (República o Monarquía perpetua), el trono queda firmemente asentado en España y, a la vez, se inicia un proceso de tímida desmembración de la misma, en forma de 17 autonomías, algunas de las cuales piden la separación de España.

La pérdida progresiva de gran parte del territorio español, no acabó, pues, con el regalo de nuestro Sáhara...


Año 2001:

El entonces secretario general del PSOE, Rodríguez Zapatero, visitó y se reunió con el rey de Marruecos Mohamed VI en su despacho. Zapatero aceptó sentarse en una sala en la que el mapa de Marruecos se anexionaba Ceuta, Melilla y las Islas Canarias. "Curiosamente", en aquella vergonzosa y rastrera entrevista, iba acompañado de Trinidad Jiménez, la recién nombrada hace unas semanas ministra de Asuntos Exteriores, cuyo cambio de opinión respecto a la postura que España debía adoptar en relación con los saharauis puede verse en mi artículo anterior sobre el tema (pulse aquí):

(Haga clic en la imagen para verla mejor)

Desde hace años, Marruecos ha provocado constantemente a España, retirando a su embajador en nuestro país, boicoteando la frontera con Ceuta y Melilla, riéndose de las mujeres policía de la frontera melillense, despreciando a nuestra actual ministra de Asuntos Exteriores por el mero hecho de ser mujer (a la misma a la que no puso ningún obstáculo en recibir junto a Zapatero para fotografiarlos junto al mapa de la traición...), golpeando a ciudadanos españoles...


...y, actualmente, arrestando e incluso asesinando a ciudadanos españoles saharauis.


Ni el Rey ni él han realizado ninguna declaración ni ejercido ninguna acción contundente al respecto.

Zapatero, por otra parte, ha acelerado el proceso de desmembración de España intentando dar a Cataluña "todo lo que quieran los catalanes" y dándoselo, sin tapujos, al separatismo vasco.

Por eso, y sólo por eso, no nos extraña que el uno dijera del otro... (pulse aquí).




domingo, 29 de agosto de 2010

Hacia una Democracia Mejorada: por la auténtica separación de poderes

Montesquieu

Tradicionalmente, la democracia se ha asentado sobre un taburate de tres patas, que son los tres poderes del Estado: el Ejecutivo (Gobierno), el Legislativo (Parlamento) y el Judicial (la Justicia). La idea de la triple partición del poder proviene de la Ilustración y fue ampliamente difundida por Montesquieu.

Cuanto más independientes sean estos poderes, más democrático será el país.

La nación que lleva más a rajatabla la separación de los susodichos tres poderes es, cómo no, los Estados Unidos (de América, se entiende, porque también existen los "Estados Unidos de México", jeje). En esa gran nación se elige por separado al Ejecutivo, es decir, al Presidente de los Estados Unidos (que es, a la vez, Jefe de estado y Presidente del Gobierno), al Legislativo (Congreso y Senado) e incluso se puede elegir a algunos miembros del Judicial: a ciertos jueces del bajo escalafón. Pueden elegir, por otra parte, al Fiscal del Distrito (¿se imaginan en España que pudiéramos elegir al, siempre sumiso al Gobierno de turno, Fiscal General del Estado?

Por elegir, eligen hasta al comisario del distrito, al que, si no cumple bien con su labor de disminuir la delicuencia en su localidad, se le dará el bote y se les sustituirá por otro.

La democracia estadounidense es, pues, una democracia mucho más perfecta y real que la triste parodia española, en la que no podemos elegir al Jefe del Estado (que es el Rey) y, al votar, cada cuatro años, elegimos mezclados al Legislativo y al Ejecutivo, pues son los diputados los que eligen al Presidente del Gobierno por nosotros.

De elegir a algún miembro de la judicatura por parte de los españoles... ni por asomo. Y menos a los fiscales (fieles siervos del Gobierno). Ni al comisario ni nada.

En Estados Unidos, las elecciones al Legislativo y al Ejecutivo no coinciden y se alterna, aproximadamente, cada dos años, lo cual permite que, si la gente se siente descontenta con el presidente elegido, puedan castigarle al poco tiempo, votando al partido contrario, en el Parlamento. Esto propicia que, en ocasiones, el Presidente de Estados Unidos tenga que "cohabitar" con un Congreso y Senado adversos a él.

La democracia estadounidense no es perfecta del todo, pues el Gobierno elige, como en España, a los miembros del Tribunal Supremo, cargo, por cierto, allí vitalicio.

Pero en España los políticos no sólo eligen a los miembros del Supremo, sino también a ese invento para colocar a más "vivientes" (no diremos "vividores") del Estado, denominado Tribunal Constitucional, amén de a los miembros del Consejo General del Poder Judicial.

El ideal de democracia sería aquella en la que los ciudadanos, además de todas las posibilidades electorales que poseen los estadounidenses, pudieran elegir también directamente a los miembros del Poder Judicial o, al menos, a sus más altas instancias (Supremo, Constitucional y similares).

Desde aquí abogamos, pues, por un Poder Judicial electo.

En España, en definitiva, nos han diseñado una "democracia cómoda": "Elija usted sólo una vez cada cuatro años y ya no se preocupe de más. Nosotros hacemos el resto".

Ellos eligen por nosotros.

Tanto velan por nuestra comodidad, que apenas nos consultan ante decisiones trascendentales mediante referendos (bien se podrían haber hecho sendas consultas en todo el Estado sobre los temas del aborto, las bodas gays, el deso de idependizarse de algunas regiones, nuestra participación en lejanas guerras -como Irak y Afganistán- y sobre si deseamos una República o Monarquía, por poner algunos ejemplos). Los referendos son en España, por otra parte, sólo consultivos, es decir, no vinculantes, por lo que, si el resultado no le gustase al Gobierno de turno, podría no tenerlo en cuenta. Todo muy "democrático", como ven... ¡Qué gran diferencia con Estados como Italia o estados federados como California, en los que, continuamente, se recurre a referendos que son, por otra parte, vinculantes.

En fin, en esta falsa democracia que es la proclamada por la esperpéntica Constitución de 1978, los políticos han conseguido que los ciudadanos trabajemos poco, que nos cansemos lo mínimo.

Que no nos herniemos, vamos.

¡Cuánto velan por nuestra salud!




domingo, 8 de agosto de 2010

Carta a mi empleado más caro


A la AT. del Sr. D. Juan Carlos Borbón Borbón

Muy Sr. Mío:

Me dirijo a Vd. -cosa que no suelo hacer a menudo entre mis empleados- debido, esencialmente, a la especial situación generada por la crisis económica que ha repercutido gravemente en mi economía familiar y que, como Vd. ya sabe, es una de las empresas de las que Vd. cobra puntualmente sus emolumentos.

Como se podrá imaginar, la angustiosa situación económica producida nos ha llevado a plantearnos una lógica reestructuración de personal y, dado que Vd. es nuestro empleado más caro y que recibe su salario a través de nuestros impuestos, hemos empezado a examinar su rendimiento, para ver si el mismo se corresponde con la generosa remuneración que entre todos los españoles le hemos asignado, es decir, 9 millones de euros (unos 1.500 millones de pesetas) de los que Vd. puede disponer libremente y distribuirlos como quiera, sin ni siquiera desglosar sus gastos ante el Parlamento español.

Examinando el contrato que le hicimos en el año 1978, desearíamos que se centrase en el apartado denominado Artículo 56 párrafo 1 y que dice lo siguiente:

"El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado Español en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica, y ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las Leyes."

También desearía que echase un vistazo al Artículo 61 párrafo 1 del mismo:

"El Rey, al ser proclamado ante las Cortes Generales, prestará juramento de desempeñar fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las Leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las Comunidades Autónomas."

Hemos resaltado en negrita aquellas funciones que, a nuestro parecer, ha incumplido a lo largo de estos años, pues, en todo este tiempo, no ha hecho absolutamente nada por mantener la unidad de los españoles, desde el primer momento gravemente amenazada -y de forma creciente- por el separatismo catalán y vasco.

En este tiempo tampoco ha arbitrado y moderado el funcionamiento regular de las instituciones, pues de todos son conocidos los continuos problemas en las elecciones de los miembros del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional que, estos años, han servido de arma arrojadiza entre los distintos partidos políticos y que regularmente han puesto en peligro la estabilidad institucional.

Por último, tampoco ha hecho respetar los derechos de los ciudadanos y de las Comunidades Autónomas, siendo los más claros ejemplos la prohibición, para muchos ciudadanos españoles, de recibir su educación en español en Cataluña y las multas que esa institución denominada Generalidad Catalana ha impuesto sobre sus compatriotas por rotular en español sus comercios.

Dada la clara dejación de funciones que ha ejercido a lo largo de estos años, a pesar de la generosa retribución que le habíamos asignado, nos vemos, por tanto, en la necesidad de rescindir su contrato.

El despido tendrá efectividad desde el momento en que se reúna la Junta de Accionistas convocada a un referéndum sobre la Monarquía, que esperamos -si a los españoles les entra algo de luz en la cabeza- se convoque a la mayor brevedad posible.




miércoles, 21 de julio de 2010

España: líder europeo en transgénicos


Hace unos días salió a la luz la noticia de que España lideraba en Europa la expansión de los cultivos transgénicos a lo largo de toda su superficie agrícola.

Cada vez que somos líderes (salvo en los deportes) lo somos en lo peor.

Pero el dato que más me llamó la atención fue la postura adoptada por España ante las propuestas legislativas europeas:

La Unión Europea propone dejar plena libertad a los distintos Estados en cuanto a la legislación sobre el tema: es decir, cada Estado podrá decidir libremente qué tipo de cultivos permite y cuáles prohíbe.

España se opone a esta libertad y exige una legislación común al respecto.

¿Y esto por qué? ¿Quedaría en evidencia la falta de escrúpulos del Gobierno español permitiendo a diestro y siniestro cultivos transgénicos? ¿Quedaría palmariamente claro su sumiso entreguismo a las multinacionales del Nuevo Orden Mundial?

Si hubiera una legislación europea restrictiva sobre ciertos tipos de cultivos, España se lavaría las manos ante las citadas multinacionales y podría aducir ante las mismas que su restricción de ciertos cultivos se debe a una legislación superpuesta a su voluntad.

De esta forma no: España se queda sola ante las multinacionales y no podrá argumentar ante éstas que ella no es culpable de las restricciones. Como nuestro entreguista Gobierno no se atreverá a prohibir el transgenismo en ningún caso, la sumisa España quedará, una vez más, en evidencia ante todo el mundo.




martes, 8 de junio de 2010

Cierre de fronteras


Cuando el herrumbroso y frágil castillo de naipes que tan trabajosamante esta falsaria Constitución de 1978 ha ido construyendo se derrumbe y las cartas del latrocinio institucional queden puestas boca arriba, llegará un momento en que, para que la verdad se abra paso, las fronteras deberán cerrarse.

Treinta y ocho años de derroche administrativo inconmensurable, de prebendas sin fin, de salarios autoconcedidos sin límites, de vacíos cargos creados de la nada, de amigos y familiares colocados por la magia del dedo, de asesores de consejeros de presidentes de histéricas autonomías, de recalificaciones de suelo, de roldanes, de gürteles, de expropiadas rumasas, de incontables aeropuertos para aviones de papel, de legiones de oscuros y blindados coches oficiales, de chóferes serviles, de insondables despachos redecorados estallarán como un globo lleno pútrida agua ante nuestros rostros.

Y ese día, las fronteras deberán cerrarse.

Y ningún ladrón podrá salir.

Y todos deberán rendir cuentas.

Y el que sin nada vino, sin nada regresará.

Y al que todo quitó, todo se le quitará.

Y al que nada dio, nada se le dará.




jueves, 27 de mayo de 2010

martes, 18 de mayo de 2010

Caridad socialista


Ésta es la auténtica caridad socialista, amigos, la caridad-espectáculo, la protagonizada por este grupo de impresentables del programa de Deportes de la cadena lacaya zapaterista Cuatro, que podéis ver en este enlace.

Posteriormente, este grupo de nuevas Madres Teresas de Calcuta se disculpó, pero la prepotencia del socialismo sobre la pobreza -la misma pobreza que ellos mismos han extendido a lo largo de estos años por toda España- quedó manifiesta.

Esta suprimible emisora de televisión siempre ha gustado de ese paleto alardeo de los ricos sobre los pobres, y en ella misma se emite un programa semanal dedicado a restregarnos por las narices cómo viven los ricos (y a cuestionarnos la inteligencia con que -teóricamente- han accedido a esa riqueza).

El asunto no es nuevo. Ya, desde los comienzos de esta triste democracia española, el igualmente socialista periódico El País (recalco siempre lo de "socialista" por todos aquellos de mis lectores que no sean españoles y que no sepan de qué va la cosa), en su suplemento dominical, viene mostrando casas de lujo, de aquellas que ni usted ni yo nos podremos comprar nunca, pero que estos "solidarios con el pueblo" parece que sí pueden...




lunes, 3 de mayo de 2010

Hacia el fascismo "popular"


En su avance hacia un fascismo "popular", el progresivamente totalitario Gobierno socialista de España pretende ahora limitar las atribuciones de la llamada acción popular, es decir, que "la acusación popular no quede como parte única en un proceso y sólo pueda impulsar la acción penal si la Fiscalía [al sevicio del partido gobernante] o la acusación particular también lo hacen".

Todo esto es una reforma ex profeso para impedir que partidos políticos completamente legales, como la Falange -pero en el ámbito opuesto del partido gobernante- no puedan interponer denuncias como la realizada contra Garzón por presunta prevaricación, juez que -ahora- ha alcanzado las simpatías gubernamentales cuando, hace años, ellos mismos lo consideraban la bestia que pretendía destruir el "socialismo".

Este juez goza para mí de cierta simpatía -en contra de lo que muchos pudieran pensar-, pues fue el que puso en jaque al socialismo español cuando descubrió que fue en el seno del mismo desde donde se arbitró el chapucero montaje del grupo terrorista GAL, por el que fueron encarcelados sólo algunos de sus tejedores y nunca los auténticos titiriteros que se ocultaban tras la iniciativa fascista. El GAL no es sino un ejemplo más del terrorismo que, en España, siempre ha partido de grupos izquierdistas.

Este Gobierno nos encamina hacia un profundo totalitarismo, como puede verse con otras iniciativas, como la Disposición Final Primera de la Ley de Economía Sostenible o la implantación del documento nacional de identidad electrónico, que todos los españoles parecen asumir con la alegría del sumiso lacayo.

Pero este totalitarismo, no ya en ciernes, sino real, bien asentado en el engranaje institucional de nuestro país, no es nuevo: sus comienzos ya se vislumbraron durante el anterior Gobierno socialista de Felipe González, etapa que, en mi opinión, fue aún mucho negativa que la actual -aunque dentro de poco, ésta la superará-, con un paro incluso superior (no del 20,5% de ahora, sino del 24,5%), una desmantelación total de la industria española, una corrupción institucional sin límites y tres devaluaciones de la peseta en el mismo año.

En la época de Felipe González ya empezó esté sometimiento totalitario de España, cuando se impuso la elección de los miembros del Consejo general del Poder Judicial y del Tribunal Supremo por parte de los partidos políticos -con lo que la independencia judicial en España quedó sepultada para siempre- y se suprimió el Recurso Previo de Inconstitucionalidad, con lo que leyes autonómicas, como el xenófobo y separatista Estatuto de Autonomía de Cataluña, pueden campar ahora por sus respetos e imponerse por la vía de los hechos.

El camino del sometimiento de los débiles a los poderosos quedó también reforzado en la época de González cuando éste permitió igualmente que las empresas de trabajo temporal pudieran mediar dentro del mercado laboral, convirtiéndose en unos intermediarios explotadores que se quedan con un porcentaje del salario de humildes trabajadores.

El fascismo y el socialismo, como puede verse por todo esto, no son extremos opuestos, sino extremos que se tocan.




miércoles, 14 de abril de 2010

Figuras de la cultura se encierran simbólicamente en apoyo a Garzón

Sí señores, los cejateros vuelven a dar la nota.

Lo más destacado del pijiprogresismo del país, aquellos que, aunque podridos de dinero, no dejan de proclamarse "de izquierdas de toda la vida" (algunos de los cuales alcanzaron tiempos de gloria y parné durante el franquismo), vuelven a la carga.

Ahora para apoyar a un señor juez, que ya tiene bastante apoyo consigo mismo y su presunta sabiduría jurídica para defendenderse de unas acusaciones, por lo demás, bastante razonables y algo tardías.

Los mismos que encabezaron el grito al "No a la Guerra" de Irak y el silencio a la guerra de Afganistán.

Los mismos que agitaron el "Nunca Mais" del Prestige, pero no movieron ni un solo músculo en las tareas de recogida del vertido.

Los mismos que descoyuntaron sus dedos índices en la ridícula campaña a favor del Zapagafe, en burda imitación de sus imposibles cejas.

Los mismos que llenan sus embutidas arcas a través de una inquisitorial SGAE a su servicio que, como una voraz aspiradora, intenta cobrar por un talento inexistente.

Me gustaría haberlos visto manifestarse cuando el predecesor del actual Leviatán, Felipe González y su troupe, dejaba que la corrupción al más alto nivel chorrease sobre la afligida figura de España, de la cabeza a los pies.

Me gustaría haberlos visto manifestarse cuando la cooperativa, PSV, de uno de los mayores sindicatos del país, la UGT socialista, estafó a miles de humildes -y crédulos- afiliados.

Me gustaría haberlos visto manifestarse cuando el susodicho González dio libertad plena para que las ETTs, las empresas de trabajo temporal, intermediasen vampíricamente entre los empresarios y trabajadores, aprovechándose, cual pesadas lapas, del diario trabajo de muchos sencillos empleados.

Me gustaría verles manifestándose contra este nefando Zapatero, que ha traído a España la mayor crisis de los últimos siglos.

Me gustaría verles manifestándose en apoyo de los millones de desempleados que -como yo- algún día perdimos la esperanza de una vida digna y de un derecho al trabajo que la maldita Constitución de 1978 otorga, pero no da.

Tantas cosas me gustarían y tantas cosas no veré...




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